¿Es posible avanzar hacia una digitalización transformadora que favorezca la relación entre la administración y las entidades sociales? Esta es la pregunta que planteamos en la mesa redonda organizada en el marco del acto ‘La simplificación digital en la administración pública: propuestas de las entidades sociales’. En esta pieza queremos recoger algunas de las reflexiones más interesantes que compartió con las personas asistentes Ascen Moro, responsable del Departament de Govern Obert i delegada de Protecció de Dades de l’Ajuntament de Sant Feliu de Llobregat..
Recuerda que puedes recuperar la jornada en nuestro canal de youtube.
- ¿Cómo valoras el proceso de transformación digital de la administración pública?
Creo que las administraciones tenemos que entomar el mea culpa porque hace mucho tiempo que estamos inmersas en esta transformación y parece que con la administración electrónica vayamos peor que con el papel. En vez de utilizar la tecnología para transformar los procesos desde el inicio y rediseñarlos, hemos copiado lo que hacíamos presencialmente.
Aun así, en el ámbito municipal, creo que vamos avanzando. Formamos parte del consorcio Localret que ha aprobado una agenda digital para los municipios, hecho que muestra que nos hemos puesto de acuerdo en cuáles son los ejes que tenemos que garantizar para ofrecer una prestación de servicios digna.
- ¿Qué otras carencias detectas en el proceso de transformación digital de la administración?
Hay brecha digital, pero sobre todo existe en relación con la administración. Compramos por internet, hablamos por whatsapp… el problema lo tenemos cuando nos comunicamos digitalmente con la administración. La pandemia ha acelerado la transformación en cuanto a la relación, pero el 70% de ciudadanos cree que el servicio que presta la administración no es de calidad y que la información que se le da no es ágil ni intuitiva. De hecho, hay estudios que apuntan que el 60% prefiere hacer los trámites presencialmente o telefónicamente. Por otro lado, hablamos raro: el 97% de los textos las personas destinatarias no los entienden. La buena noticia es que estamos trabajando en ello.
- ¿Qué se está haciendo en el ámbito municipal?
En el Ayuntamiento de Sant Feliu, por ejemplo, estamos trabajando junto a nuestras entidades en temas relacionados con subvenciones y tenemos un mini ‘Pador’. Nuestras entidades no tienen que aportar documentación respecto del registro municipal porque lo tenemos digitalizado. En el trámite, simplemente, se identifican y se transfiere la información de nuestro registro municipal de entidades.
En relación con las subvenciones, el trámite cuenta con un asistente durante el proceso y, si no acabas de entender el lenguaje, ofrecemos un servicio que te permite llamar para que te ayuden y te faciliten la tramitación. Las entidades de nuestro municipio valoran todo ello de forma muy positiva.
¿Y cómo agilizamos la tramitación? Al recoger datos y documentos de otras administraciones aplicamos mecanismos que la misma normativa nos permite aplicar para disminuir las cargas administrativas. ¿Cómo qué? Declaraciones responsables, formularios preestablecidos… pero tenemos deberes por hacer. Tenemos que ser confiables y confiar. Ahora, la cultura de la administración es ‘docucéntrica’ y tiene que pasar a ser ‘datacéntrica’. Necesitamos un cambio cultural.
- ¿Y cómo se hace? Parece que la persona en situación de vulnerabilidad siempre está bajo sospecha.
La gente pone como excusa de forma errónea la protección de datos. La protección de datos no puede ser un impedimento para el intercambio de datos entre administraciones, para transformar y digitalizarnos. Lo que nos pide la normativa es que gestionemos adecuadamente estos datos: que los tratemos correctamente e informemos de para qué los utilizamos. El buen gobierno y el gobierno abierto son dos caras de la misma moneda. Hace falta transparencia. La ciudadanía tiene derecho a conocer el estado de tramitación de un proceso o los datos que tengo yo como Ayuntamiento. Nuestras entidades, por ejemplo, pueden entrar a su carpeta de entidades y ver las subvenciones que han pedido, los datos de registro de entidades…
Por otro lado, no se puede trabajar desde un único departamento. Un tema en que estamos trabajado, y que va muy en línea con el trabajo de la Generalitat, es el que tiene que ver con la experiencia de usuario: queremos que el diseño de los procesos, la transparencia o la reducción de cargas administrativas incorpore la visión de las entidades y de los ciudadanos, que nos puedan decir si una cosa no se entiende, si es confusa o hacernos propuestas de mejora para que nosotras, después, podamos valorarlas y hacer cambios dentro del marco administrativo.
Yo estoy en contra de lo que entendemos por burocracia, pero a favor del proceso administrativo porque es una garantía hacia vosotros, de que hacemos bien las cosas y de qué todo es transparente.
- ¿Qué prioridades ha de tener la administración pública para impulsar todos estos cambios?
Interoperar quiere decir que nos entendamos y, para eso, necesitamos procesos comunes, estandarizar y homogeneizar. Yo me imagino, en procesos como las subvenciones, poder contar con una herramienta similar a la ventanilla única empresarial. Todas las empresas de Cataluña se dirigen allá independientemente del nivel de administración al cual se dirigen. Yo soy defensora de la autonomía local, pero en casos así, repetitivos, hay que estandarizar, avanzar y hablar el mismo lenguaje.
También, toda esta tecnología nueva, creo que, a pesar de que presenta riesgos, solucionará muchos problemas y nos ayudará a agilizar procedimientos. Ahora, por ejemplo, estamos trabajando en un proyecto con diferentes ayuntamientos, empresa privada y la entidad ABD. Hemos agregado datos, los hemos ordenador y hemos creado una herramienta predictiva que nos permite simular escenarios para saber cómo estaremos en 2025 o 2030, por ejemplo. Esto nos ayuda a identificar necesidades de recursos y a aplicar políticas públicas. No es ciencia ficción, es una realidad.
El objetivo, ayudar a mejorar nuestra sociedad, lo compartimos. Así, creo que tenemos que promover espacios para experimentar formas de cocreación, colaboración y gestión cívica y trabajar juntas.