¿Es posible avanzar hacia una digitalización transformadora que favorezca la relación entre la administración y las entidades sociales? Esta es la pregunta que planteamos en la mesa redonda organizada en el marco del acto ‘La simplificación digital en la administración pública: propuestas de las entidades sociales’. En esta pieza queremos recoger algunas de las reflexiones más interesantes que compartió con las personas asistentes Àstrid Desset, directora gerente del Consorci Administració Oberta de Catalunya (Consorci AOC).
Recuerda que puedes recuperar la jornada en nuestro canal de youtube.
¿Como nace el Consorci AOC?
El Consorci de Administració Oberta de Catalunya, el AOC, nació hace 20 años fruto de un pacto unánime de todos los grupos parlamentarios y, si lees sus estatutos, dice que tiene que coordinar las estrategias de todas las administraciones en materia de transformación digital. En la práctica, no ha sido del todo así, porque hay administraciones muy potentes que tienen su autonomía de gestión, pueden decidir cómo gestionan la administración electrónica y no las podemos obligar. Por todo ello, el AOC se ha centrado a impulsar 3 grandes líneas:
- Identidad digital y firma electrónica: sin esto no habría administración digital, nos tenemos que poder identificar.
- Interoperabilidad: que permite, por ejemplo, no presentar documentos que ya tiene la administración.
- Servicios comunes: los ofrecemos gratis a las administraciones consorciadas, que son prácticamente todas: ayuntamientos, diputaciones, Generalitat… El consorcio piensa en herramientas que funcionen para todo el mundo y, actualmente, el 93% de los ayuntamientos utilizan nuestros servicios, las herramientas que hemos desarrollado.
¿Nos puedes compartir algunos ejemplos?
Tenemos que garantizar la disponibilidad de nuestros servicios y, por eso, hemos ido cambiando la arquitectura de nuestras soluciones y evolucionando. En relación con la personalización y la proactividad, si vais a vuestro ayuntamiento y accedéis a trámites en línea podréis entrar en vuestro espacio. Allá encontraréis una carpeta ciudadana que engloba todo: cualquier notificación que os hayan enviado desde Generalitat, diputación, ayuntamiento…, quien accede a vuestros datos y para qué; los trámites que tenéis activos con vuestro ayuntamiento, entre otros. Con la Generalitat estamos trabajando para integrarnos y para que los trámites también se puedan consultar en el mismo espacio que los de los ayuntamientos.
En cuanto a las soluciones de transparencia, el 99% de las administraciones utilizan ítems de transparencia a través de nuestro portal común y allá se pueden encontrar datos abiertos sobre subvenciones.
Por otro lado, la Interoperabilidad es difícil. La normativa estatal dice que, si queremos consultar datos de otra administración, tenemos que pedir autorización y lo tenemos que hacer para cada procedimiento. Esto hace que la gran mayoría de ayuntamientos no hagan consultas de interoperabilidad porque tienen pocos recursos y pocas personas para hacerlo.
¿Crees que es posible avanzar hacia la simplificación digital?
Sí. De hecho, pienso que muchas de las propuestas compartidas por las entidades en la jornada son viables a medio plazo.
Hay mucha gente trabajando por la transformación digital en todos los ámbitos y por hacer posible una administración digital. Tenemos que colaborar más, hablar más, aclarar quién hace qué y tener en cuenta a la ciudadanía y a las entidades. No hay ángeles ni demonios, todas tenemos muy claro que tenemos que hacer algo para ayudar a nuestra sociedad.
¿Qué creéis que hace falta desde el AOC para acelerar esta transformación digital?
En relación con la identidad digital, hace falta una evolución del Idcat y se está trabajando para que sea más sencillo y usable. También, una evolución de los servicios transversales en la nube. Por otro lado, estamos intentando acelerar la interoperabilidad ayudando a municipios medianos y pequeños.
También, pienso que la administración pública necesita más espacios de innovación donde analizar presente y futuro para ser más eficientes. En definitiva, hay que priorizar soluciones de país: cuanto más número de beneficiarios tenga, mejor. Lo más importante es tener en mente el interés público.