Autobuses, furgonetas y aulas con internet móvil facilitan la conexión desde zonas remotas

28 abril 2016

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En los últimos quince años se ha incrementado de manera exponencial el acceso a internet en todo el mundo. No obstante, existen numerosas zonas remotas en países en vías de desarrollo que permanecen desconectadas en plena era digital. Muchos estudiantes de zonas rurales realizan largos recorridos e invierten horas desplazándose a los centros educativos en transporte público. Muchos aprovechan el tiempo de ida y vuelta para hacer sus deberes, leer o hablar por teléfono. Teniendo en cuenta el volumen de población que se desplaza diariamente en autobús, muchos países han lanzado programas piloto para facilitar el acceso a internet a estudiantes que viven en zonas remotas promoviendo la educación digital gracias al establecimiento de puntos de conexión móvil wi-fi en autobuses, algunos de ellos cuentan también con portátiles para que los pasajeros los utilicen durante el viaje. Algunos ejemplos van desde el Big Blue en Zimbabwe al Google Internet Bus en la India. Históricamente, a la digitalización de las comunidades se llevaba a cabo con el establecimiento de telecentros como el llevado a cabo en Sri Lanka, el eTuktuk que convierte motocicletas públicas en telecentros móviles, o el programa Vasconcelos de México que fomenta el uso de los ordenadores y la lectura. En Rwanda, alrededor de 400 autobuses están conectados a Internet 4G permitiendo a los pasajeros, muchos de ellos estudiantes, conectarse a internet de forma gratuita desde sus teléfonos móviles. También se han llevado a cabo iniciativas de “libros móviles”, pequeñas bibliotecas en la parte trasera de autobuses o de furgonetas, como el Nepal Book bus que desde noviembre de 2013 ha realizado 10.000 kilómetros por todo el país visitando más de 80 escuelas y centros comunitarios y llegando a más de 60.000 personas. La conectividad en las aulas es posible también con el uso de las energías renovables como la energía solar, como las escuelas de Kenia o Sud África que forman parte del proyecto Samsung Solar Powered Internet School (SPIS) que cuentan con aulas anexas con ordenadores portátiles y conexión a internet gracias a la energía solar.