Encuestas móviles para combatir al hambre

30 marzo 2016

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El contacto via móvil o por SMS con las poblaciones más vulnerables es clave para determinar quién necesita ayuda alimentaria urgente y cuándo la necesita.

 

Uno de los mayores retos de la ayuda humanitaria después deun desastre natural es la de recibir información inmediata sobre qué, cómo y a quién le ha afectado un terremoto, un tsnuami o el estallido de un conflicto armado. Gracias al boom y al abaratamiento de los teléfonos móviles, las encuestas telefónicas están trasformando el modo de la recogida de la información por parte de organizaciones como el World Food Programme (WFP).

En el año 2013, WFP lanzo la iniciativa móvil mVam con el objetivo de recoger información de seguridad alimentaria mediante llamadas y envíos de mensajes a las poblaciones más vulnerables. La iniciativa ya se encuentra en 15 países y  se quiere expandir a un total de 30. Además de la inmediatez, otra de las ventajas de las encuestas via móvil es que es una herramienta barata para entender mejor aquello que necesita la gente afectada por cualquier tipo de desastre o conflicto. Además facilita la toma de decisiones y la localización de los recursos. Por ejemplo, en la República Democrática del Congo, la recogida de datos a través del teléfono cuesta la mitad que realizar una encuesta cara a cara. En Malawi, un encuesta móvil a nivel nacional se puede realizar en menos de 24 horas, mientras que se tardarían semanas si se realizará puerta a puerta.

Las encuestas telefónicas o mediante una aplicación móvil son la punta del iceberg de cómo los dispositivos móviles pueden contribuir en la mejora de las acciones humanitarias del futuro.

 

 

 

Los retos del contacto vía móvil

A pesar de las ventajas, existen algunos inconvenientes para poder contactar  con las poblaciones afectadas por un conflicto o un desastre natural. Las personas con menos recursos tienen más limitado el acceso a un teléfono y en regiones como el Medio Oriente la participación de las mujeres es, a menudo, restringida. En zonas de conflicto las operadoras pueden verse obligadas a cortar las coberturas. Otro aspecto que se debate con frecuencia es acerca de la privacidad y la protección de los datos de los encuestados así como la eliminación de los que puedan servir para identificar al individuo.