Los políticos quieren su minuto de gloria en el mundo de la tecnología digital

13 octubre 2016

Temps de lectura 2 minuts

Por primera vez, un presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), dará un discurso en el Web Summit 2016 que se celebrará en Lisboa en unas semanas. Pero Mogens Lykketoft no estará solo. El director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, también participará en la misma intervención.

El Web Summit es el evento de tecnología y start-ups más importante de Europa, porque reúne a las grandes empresas, así como a emprendedores de diferentes tamaños. La participación de líderes políticos en este congreso de cuatro días hace patente el interés global por el mundo online.

Como explica Medium en este artículo, en la edición anterior del Web Summit, el autor del superventas “El código Da Vinci”, Dan Brown, ya vaticinó este interés con una declaración que no pasó desapercibida: “Those creating the technology of tomorrow will do more to influence the future of human spirituality than will all the religious leaders combined” (“Aquellos que crean la tecnología del mañana influirán más en el futuro de la espiritualidad de la humanidad que todos los líderes religiosos juntos”).

Así de simple. La tecnología modelará no sólo nuestras vidas sino nuestra espiritualidad. Es por eso que es importante que quienes están ideando, diseñando y modelando la tecnología se rijan por códigos éticos y trabajen de la mano de otras disciplinas -por ejemplo, de filósofos-, tal y como propuso la profesora de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Barcelona (UB) Begoña Román, en el marco del Congreso Tic Salud celebrado el pasado mes de septiembre.

Hasta ahora ningún político había adquirido protagonismo en el Web Summit, pero este año numerosos líderes mundiales estarán allí, a pesar de tratarse de la víspera de las elecciones en EEUU. Lo cierto es que a menudo se acusa a los tecnólogos de crear nuevas tecnologías a espaldas de las consecuencias sociales y morales y también a espaldas de los políticos y reguladores. Es por eso que el congreso está expandiendo su radio de conversación hacia terrenos que van reivindicando un espacio para poder dar su opinión, incluido también el de los emprendedores sociales que se dedican a desarrollar ideas no sólo con impacto económico sino también social.