Aceptémoslo: el móvil ha llegado para quedarse. Este dispositivo es el preferido por la población española para consultar internet desde este año y tiene móvil el 95,5% de la población. Pero las personas cada vez más quieren saber lo que consumen, y así comprar de forma responsable. Del mismo modo, organizaciones y empresas quieren dar ejemplo y usar estos dispositivos sin faltar a sus valores (al contrario: ¡defendiéndolos!). Por ejemplo, el Ayuntamiento de Barcelona anunció recientemente que quería apostar por los móviles de comercio justo para los empleados del consistorio.
Aquí listamos algunos de los parámetros para saber si nuestro móvil es responsable.
- Materiales: ¿sabemos cuáles son los materiales de los que están hechos los móviles? ¿Sabemos de dónde proceden y qué impacto tienen? Hasta ahora, poca información teníamos al respecto, ni si quiera conciencia de que los materiales podían ser tan nocivos. La gran demanda de coltán, el mineral clave para la fabricación de componentes electrónicos, ha abierto una guerra (en la República Democrática del Congo, el conflicto ha sido literal) y ha aumentado su precio. La explotación de las minas, muchas localizadas en países en vías de desarrollo, está acaparada por milicias armadas con la complicidad de las empresas a las que suministran, y obligan a la migración de muchas familias, como denuncia el reportaje “Whose wealth?”.
Whose Wealth? Cobalt from Congo from SOMO on Vimeo.
- Proceso de fabricación: en los últimos años se han denunciado las condiciones de trabajo indignas que sufren muchos obreros que trabajan en las minas o en las fábricas donde se montan todos los componentes, y las consecuencias de ese trabajo para su salud. Es interesante seguir a ONG como Electronics Watch y Good Electronics, que velan por los derechos humanos y la sostenibilidad en el mundo de la electrónica para ser conscientes de lo que ocurre. El reciente documental Death by Design expone los efectos de su fabricación en personas y en el medioambiente como el complicado tratamiento de los desechos electrónicos, conocidos como e-waste.
- Ciclo de vida y reparaciones: una de las variables para saber si nuestro móvil es responsable es su ciclo estimado de vida (cuanto más largo, mejor) y si se promueven las reparaciones o por el contrario el teléfono nos durará más bien poco. En el caso de la marca Fairphone, que es probablemente la alternativa más convincente frente a los fabricantes tradicionales de dispositivos móviles, aporta al usuario un kit de reparación para que uno mismo, guiado por tutoriales y técnicos, pueda arreglar su aparato y así contribuir a alargar la vida del dispositivo. De este modo se contribuye a reducir la basura electrónica, perjudicial para el medio ambiente y para la salud de las personas que la manipulan. Además, Fairphone también garantiza las condiciones adecuadas de sus trabajadores y las de los empleados de sus subcontratas, así como el origen ‘justo’ de los materiales. El homónimo de Fairphone en el mundo de los ordenadores podría ser iameco, que produce PCs sostenibles y ecológicos. Por su parte, desde Ifixit proporcionan guías para que uno mismo pueda reparar todo tipo de modelos y marcas, hay foros de dudas y una parte de venta de herramientas y componentes necesarios para dicha reparación. También existe Restarters Barcelona, quienes promueven la reparación de dispositivos gracias a encuentros con técnicos voluntarios.
- Que promueva un uso seguro y responsable: es decir, que nos ayude a proteger nuestra privacidad y a darle un uso adecuado y que evite -por ejemplo- la adicción. En muchas ocasiones son cada una de las apps que utilizamos las que condicionan nuestro uso, pero hay dispositivos que nos ponen las cosas más fáciles e incluso apps que nos permiten estar alerta. La Asociación Pantallas Amigas es un referente en el uso responsable de la tecnología, especialmente entre los más jóvenes.