“En el Tercer Sector Social, defendemos que la transparencia es una herramienta fundamental para incentivar la participación ciudadana y para dar a conocer el trabajo de las entidades sociales porque nos ayuda a explicar qué hacemos, cómo lo hacemos y, sobre todo, el impacto de nuestra acción social en las personas a las cuales acompañamos, es decir, en qué se ha transformado el apoyo que hemos ofrecido”. Con estas palabras, la presidenta de la Taula del Tercer Sector, Francina Alsina, abría su participación en una jornada sobre el impacto de la transparencia en el tercer sector social organizada por la Agència de Transparència de la AMB. La transparencia es una de las mayores aliadas que tenemos para aumentar la credibilidad y el reconocimiento que merece el sector, generar confianza y mejorar la gestión de cualquier organización.
La transparencia es un valor, una actitud y unos principios: se tiene que compartir, incorporar y aplicar por parte de todas las personas que forman parte de una entidad, especialmente aquellas que gestionan o tienen responsabilidades de comunicación. Transparencia y comunicación son dos conceptos que van estrechamente ligados: comunicar de manera abierta y clara aquello que estamos haciendo es esencial para ser transparentes. En nuestro caso, desde m4Social y la Taula del Tercer Sector, también es fundamental para sensibilizar sobre aquellas problemáticas sociales que continúan sin resolverse y que suponen una vulneración de derechos para una parte de la ciudadanía.
Si analizamos el nivel de profundización en la aplicación de la transparencia por parte de las entidades, vemos que es diverso y depende en gran parte de su capacidad técnica. A pesar de que de manera generalizada el Tercer Sector Social se identifica y apuesta por la transparencia como un valor inherente a su acción diaria, su aplicación y el desempeño y profundización con aquello que marca la ley de transparencia es irregular y es ocasionado, en la mayoría de los casos, por una clara carencia de recursos para hacerlo. Por otro lado, también es interesante destacar que, algunas entidades, como también otros actores públicos o privados, pueden sentir reticencias a hacer públicas ciertas informaciones que creen que son comprometidas o que tendrían que reducirse a la esfera más privada. Por poner algún ejemplo: publicar los sueldos de las estructuras directivas de las entidades puede generar reticencias o, incluso, contradicciones a nivel interno de la entidad, pero es absolutamente imprescindible. Y lo es por diferentes motivos: la carencia de información y de transparencia puede generar situaciones de discriminación salarial por motivos de género u otras razones.
Y, tú ¿Estás pensando a mejorar la transparencia de tu entidad? Puedes empezar dando un vistazo a la plataforma TransparEnt que ofrece a las organizaciones una herramienta para hacer autoevaluación de la transparencia de la información publicada en su web, así como criterios y herramientas para avanzar hacia una comunicación transparente y de calidad. También, puedes consultar la Guía de Transparencia para las asociaciones y fundaciones perceptoras de ayudas y subvenciones públicas de la Generalitat de Cataluña o revisar el proyecto ‘Entitats i web 2.0’ de Xarxanet que quiere mejorar la comunicación de las organizaciones sin ánimo de lucro y ofrece asesoramiento gratuito.
La transparencia es la mejor aliada para combatir posibles escenarios de corrupción, de discriminación y para velar por el fortalecimiento de la democracia interna y de mejoras en la gestión de las entidades y de las instituciones. En este sentido, si empezamos a cambiar la perspectiva y vemos la transparencia como una aliada que nos aporta múltiples beneficios en el ámbito de la comunicación interna y externa, ganaremos en la mejora de la confianza, en modelos de buen gobierno y evitaremos también la generación de noticias falsas y rumores que nos alejan de la realidad.