La inteligencia artificial puede hacer la comunicación más inclusiva, ágil e intuitiva. Así lo demuestra Talx, un messenger inclusivo donde la IA juega un papel clave sugiriendo respuestas o autogenerando pictogramas. Esta aplicación de mensajería, desarrollada por 3dthinks, se adapta a las habilidades de los diferentes usuarios y facilita la comunicación de las personas con discapacidad con su entorno y las empodera gracias a la inteligencia artificial. Actualmente, la app, que cuenta con el apoyo de un gran número de instituciones, se encuentra en fase de desarrollo. Jaume Sánchez, CEO y cofundador de 3dthinks, nos explica cómo nació el proyecto y qué retos de futuro tiene.
¿Cómo nace 3dthinks?
3dthinks nació en 2021 en Alemania después de participar en un concurso de innovación internacional del que fuimos los ganadores con un proyecto que buscaba ayudar a Franziska, una chica en silla de ruedas que quería utilizar su tableta al mismo tiempo que conducía su silla. No se trataba de una tableta normal, sino de un ‘Talker AA’ que usa para comunicarse. El reto era que la tableta podía caer al suelo cuando iba con la silla y que el mando de la silla quedaba tapado por la tableta. Así, diseñamos un mecanismo que plegaba la tableta debajo de la silla de ruedas y que hizo posible que Franziska pudiera hablar y conducir al mismo tiempo. En 2022 nos trasladamos a Barcelona después de dejar nuestro trabajo en Alemania y decidimos dedicarnos al 100% a nuestro proyecto de comunicación inclusiva.
Nuestra misión es mejorar la vida de las personas con necesidades especiales por medio de innovaciones asequibles, basadas en productos de software y en la fabricación distributiva.
¿Qué proyectos tenéis en marcha?
Actualmente, impulsamos un proyecto de comunicación inclusiva, Talx, que utiliza la inteligencia artificial para acelerar y mejorar la comunicación de las personas con diversidad funcional y de las comunidades que quieren acceder a ellas. También, de cara al futuro, trabajamos en una iniciativa relacionada con la movilidad inclusiva y con la fabricación distributiva.
¿En que consiste exactamente Talx?
Talx es un messenger inclusivo que puede ser usado por personas con diversidad funcional, y que sufren la brecha digital, para comunicarse con su entorno y acceder a servicios de manera independiente. También facilita que instituciones, fundaciones y empresas, utilizando nuestra app, pueden llegar a estos colectivos y hacer sus negocios o servicios algo más inclusivos.
¿Cómo surgió la idea de desarrollar Talx y cuál es el estado actual del proyecto?
La idea surgió el día que entregamos nuestro mecanismo “Talker mount” a Franziska. Una vez montamos el mecanismo en su silla y fijamos la tableta, lo primero que hizo fue irse a hablar con personas que estaban lejos de ella, conduciendo con la silla. Enseguida vimos que su radio de comunicación todavía estaba limitado por la autonomía de su silla y nos dimos cuenta de la necesidad de comunicarse a distancia. También, al ver el coste de su tableta – aprox. 6.000€-, nos preguntamos si no sería posible hacer una app asequible para todo el mundo, pero que además fuera capaz de enviar mensajes a distancia.
¡Y lo conseguís con Talx! ¿Ya es posible descargar la aplicación?
La app ya está disponible en modo de desarrollo en Google Play Store, pero de momento solo se puede utilizar desde teléfonos y tabletas Android. A finales de este año, tenemos previsto incluir la aplicación para dispositivos móviles de Apple. Si alguien quiere usarla, solo tiene que contactar con nosotros y le podemos dar permiso de acceso.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial en el funcionamiento de la aplicación?
Juega un papel fundamental y decisivo. La inteligencia artificial asiste a la persona con diversidad funcional sugiriéndole respuestas a las preguntas hechas por el cuidador u otra persona de su entorno y autogenerando pictogramas. Así conseguimos que la comunicación sea rápida e intuitiva tanto del lado del “cuidador” como de la persona con necesidades especiales.
¿Existe alguna app similar en el mercado?
No tenemos constancia de una app similar. Sí que existen muchas aplicaciones de AAC (augmentative alternative communication), pero están orientadas a la comunicación presencial y no envían mensajes a distancia. Lo que tampoco hacen es utilizar la IA para la autogeneración de respuestas y pictogramas. Y lo que tampoco ofrecen es la posibilidad de configurar la comunicación de acuerdo con las habilidades de la persona usuaria.
¿Estáis colaborando con diferentes entidades para mejorar vuestra aplicación?
En Alemania estamos colaborando con ICP München, que es una institución de ayuda a personas con diversidad funcional. El feedback que esta fundación nos da es oro para nosotros, ya que estamos en contacto directo con las personas usuarias y podemos adaptar las funcionalidades a sus necesidades.
Por otro lado, el UX Lab de Barcelona Activa nos está ayudando con la UX y estamos trabajando una encuesta con su apoyo. También hemos sido uno de los ganadores de los premios de la aceleradora Open Future de Cornellà y tanto la Fundación Telefónica como la Asociación Innobaix nos ofrecen su ayuda.
Además, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de Barcelona Activa, nos seleccionó como una de las 16 startups que representaban la ciudad en el IOT Congress 2023 y el AMB nos ha incluido entre las 15 empresas a las que ofrecen apoyo por su internacionalización. Más allá de esto, la Aceleradora Ship2B nos ha añadido en su programa de aceleración y estamos preseleccionados por la Fundación Prevent. En fin, la lista de colaboradores es interminable y estamos muy agradecidos del apoyo que estamos recibiendo y que, poco a poco, se entienda el alcance de nuestro proyecto.
¿También contáis con usuarios para hacer test de la app?
De momento solo tenemos colaboradores directos en Alemania, donde los feedbacks son muy positivos. Las personas con diversidad funcional quieren ser independientes y resolver los problemas por ellas mismas. Además, las personas cuidadoras, utilizando nuestra app, nos transmiten que pueden ser mucho más eficientes: si conocen antes la necesidad, pueden ahorrar tiempo y ser más efectivas. ¡La comunicación a distancia es un servicio esencial!
En Cataluña estamos buscando usuarios y, en este sentido, estamos en contacto con el Ayuntamiento de Gavà y con algunas fundaciones que todavía no podemos mencionar. Pensad que nuestra app todavía está en modo de “desarrollo” y, por lo tanto, no es perfecta. Instituciones y personas pueden colaborar y ayudarnos a mejorar la aplicación. Para contactar con nosotros, podéis hacerlo a través de la web www.talxapp.io. Pronto queremos empezar una campaña de crowdfunding en Verkami donde ofreceremos nuevas vías de colaboración que nos ayudarán también a ser sostenibles.
La tecnología tiene un potencial enorme para mejorar la vida de las personas. ¿Creéis que lo estamos aprovechando?
La tecnología siempre ha ido por delante de la sociedad. Históricamente, los colectivos que han dispuesto de tecnologías avanzadas, han sido los que han logrado el éxito sobre los demás. Esta visión de obtener provecho o ventaja es la que tiene que cambiar. El concepto básico para hacer de la tecnología una herramienta para mejorar la vida de las personas es, como dice Xavier Marcet, pensar en la huella que queremos dejar cuando abandonamos este mundo. En nuestra opinión tenemos que tener una visión humanista de la tecnología y ver como se puede aplicar de forma que sea beneficiosa para todo el mundo o, en otras palabras, que sea inclusiva.
¿Qué creéis que hay que tener en cuenta a la hora de desarrollar una solución innovadora que genere un impacto real en la sociedad?
Nosotros creemos que las sociedades avanzadas serán inclusivas y los productos y servicios que ofrezcan tendrán que ser concebidos para ser inclusivos desde el inicio. Actualmente, cuando diseñamos un producto lo hacemos solo pensando en el número de personas que lo pueden usar y los beneficios que se pueden obtener. Después, cuando vemos que hay personas que quedan excluidas, fabricamos complejas adaptaciones que, en muchos casos, solo generan más exclusión porque a menudo son caras e inaccesibles para la mayoría. Tenemos que empezar a pensar que hacer productos inclusivos no es trabajar para una minoría, sino todo el contrario. Un producto que es inclusivo, es válido para todo el mundo. Esta es nuestra manera de ver como se puede conseguir una sociedad más justa. Nosotros hemos empezado con la comunicación y animamos a otras entidades en otros sectores – o en el sector de la comunicación- a hacer lo mismo. ¡Nos queda mucho por hacer!