El perfil de la emprendedora social española, en 10 puntos

11 noviembre 2016

Temps de lectura 2 minuts

Las mujeres lo tienen más difícil que los hombres también en el ámbito del emprendimiento social. Esto es lo que se desprende de un estudio presentado por el “Instituto de innovación Social” de ESADE que desgrana el perfil de la emprendedora social española y su contexto.

Los emprendedores sociales son aquellos que se dedican a montar proyectos que buscan el impacto social por delante del rendimiento económico, o dicho de otra forma: que buscan el impacto social sin censurar la generación de ingresos. Como en muchos otros ámbitos de la vida, las mujeres tienen más dificultades para desarrollarse como emprendedoras sociales. “Las mujeres siguen encontrando más obstáculos que los varones a la hora de emprender”, reza el informe.

Los desafíos que encuentran las mujeres se pueden concentrar en tres bloques: el acceso a financiación, modelos de referencia-visibilidad de las emprendedoras, y la falta de apoyo-network efectivo.

Te resumimos el contexto del emprendimiento social de las mujeres en 10 puntos:

1. SOLAS. Las mujeres españolas que emprenden socialmente lo hacen más en solitario.

2. La BRECHA DE GÉNERO no es tan alta como la que encontramos en el emprendimiento en general. No obstante, los hombres son generalmente más propensos a emprender socialmente que las mujeres, aunque este dato varía bastante según los países.

3. La emprendedora social española es un poco más mayor y con un MAYOR NIVEL EDUCATIVO que la emprendedora a nivel general. Muchas mujeres tienen un alto nivel educativo pero en cambio están llevando a cabo proyectos emprendedores con escaso potencial, lo cual hace plantear hasta qué punto están aprovechando sus capacidades.

4. Los hombres emprenden más por oportunidad y las mujeres más POR NECESIDAD. La decisión de emprender por parte de las mujeres está motivada en un 41% de los casos por la falta de alternativas en el mercado laboral, muy por encima de otros factores como la autorrealización personal (16,8%) o la reorientación de la carrera laboral (17,1%). ¿Las causas de esta motivación para emprender?

  • La necesidad de encontrar un equilibrio entre la vida personal y la profesional (ya sea para tener jornadas de trabajo más reducidas o más flexibles)
  • La frustración por la dificultad de alcanzar puestos de dirección lleva a que algunas mujeres inicien sus propios proyectos
  • La dificultad de acceder al mercado laboral tradicional u los despedidos (a mayor tasa de desempleo, mayor número de mujeres emprendedoras)

5. Los negocios de las mujeres suelen tener un ámbito más LOCAL que los de los hombres. Se constatan bajos niveles de internacionalización.

6. Las mujeres emprenden negocios sociales sobre todo enfocados al CONSUMO. Se trata de sectores con menos barreras, pero en los que -sin embargo- hay más competencia porque lo que es más difícil la supervivencia.

7. Las mujeres acuden menos a fuentes de FINANCIACIÓN externas. Casi el 50% de las emprendedoras han financiado con recursos propios más del 75% del total de la inversión necesaria para crear sus empresas.

8. El rasgo principal de las emprendedoras sociales es su PASIÓN Y DETERMINACIÓN por conseguir un determinado impacto social, características que son consideradas como los factores clave del éxito más importantes para la mayoría de las emprendedoras.

9. Todavía son escasas las INICIATIVAS a nivel mundial dirigidas a promover y visibilizar el emprendimiento social protagonizado por mujeres, aunque en los últimos dos años han ido surgiendo cada vez más proyectos.

10. Un 87% de las mujeres opina que el ámbito del emprendimiento social puede introducir una NUEVA MANERA de ‘hacer negocios’ más cercana a la manera de entender la empresa de las mujeres.